5G y agronegocio: ¿En qué se parecen?

¿Para qué sirve el 5G? ¿De verdad mejorará nuestras vidas? Un símil entre 5G y agronegocio puede ayudar a despejar las dudas sobre costes y beneficios de la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil para la satisfacción de nuestras necesidades.

¿En qué se parece el 5G al agronegocio?

Básicamente en que ninguno de esos dos sectores parece tener en cuenta las necesidades reales de las personas, pues lo que prima son las exigencias de las empresas que se benefician del desarrollo de ambos proyectos. El objetivo del 5G y del agronegocio no es mejorar nuestras condiciones de vida sino el afán de lucro a expensas de la sostenibilidad de la vida.

El 5G supondrá costes ambientales muy elevados debido a la sobrexplotación de recursos naturales relacionada con:

  1. la minería extractiva;
  2. el transporte;
  3. la generación de residuos;
  4. la construcción de una infinidad de torres;
  5. el tendido de un sinfín de cables;
  6. fabricación de miles de servidores y
  7. sustitución de “viejos” dispositivos.

Tanto el 5G como el agronegocio están fomentando un tipo de inversión innecesaria para la vida de las personas que no trae beneficio alguno para nuestra sociedad sino más bien consecuencias socio-ambientales devastadoras.

5G ¿Qué necesitamos y qué estamos financiando?

El 5G nos permitirá “navegar por Internet a una velocidad muchísimo más alta que la actual”, y que más dispositivos se estén conectando al mismo tiempo. Pero la pregunta es: ¿de verdad necesitamos abrir webs y vídeo con una velocidad tan rápida?

5G velocidad

Mientras la interacción entre diferentes pandemias, la emergencia climática y múltiples crisis socio-económicas nos está acercando cada vez más al colapso, ¿es el 5G lo más urgente e imprescindible para nuestra sociedad? ¿De verdad hacen falta personas, dispositivos y coches “inteligentes” siempre conectados y en el menor tiempo posible?

Los defensores del despliegue del 5G aseguran que este permitirá estar conectadas con objetos cotidianos, desde la nevera hasta los automóviles, y que además estos aparatos podrán conectarse entre sí en tiempo real.

¿De verdad necesitamos que la aspiradora pueda compartir información en tiempo real con la lavadora y que las personas estén conectadas con la nevera? ¿O lo que necesitamos son personas conectadas con la producción de alimentos sanos y sostenibles?

“El avance más significativo vendrá de la mano de la velocidad”, insisten: el 5G permitirá navegar hasta a 10 GBps (gigabytes por segundo); así tardaremos más en abrir la nevera que en descargar una película completa. (Por cierto, entre las personas que asistieron al acto de presentación de la Agenda Digital 2025 en la Moncloa estaba María Ferreras, vicepresidenta para Europa, Oriente Medio y África de Netflix…)

Y ¿eso sería mejorar nuestra calidad de vida? Más aún cuando, a raíz de la emergencia sanitaria, nos hemos dado cuenta de que lo que más necesitamos NO son series sino personas: juntarnos, abrazarnos, vernos las caras y conversar alrededor de una mesa.

¿Es el 5G necesario?

¿Por qué es necesaria una inversión pública de 20.000 millones de euros para la “transformación digital del país” cuando lo que más necesitamos en los próximos años es fortalecer la sanidad pública, mejorar el sector educativo público y sostener la producción agrícola local?

El 5G es un tema controvertido que deberíamos aprovechar para plantearnos preguntas sobre cuáles son nuestras necesidades reales y cuáles son las acciones puestas en marcha por los gobiernos para su satisfacción:

  1. ¿Necesitamos una tecnología de quinta generación para el internet de las cosas o necesitamos mejorar la cobertura para el internet de las personas que viven en las zonas rurales?
  2. ¿Necesitamos una agricultura 4.0 automatizada y robotizada con algoritmos y drones o necesitamos personas que se dediquen a la agricultura sobre pequeña escala que da de comer al 75% de la población mundial?
  3. ¿Necesitamos plataformas de datos masivos o plataformas de personas que se organicen para sostener la vida y reivindicar cambios políticos estructurales en el ámbito de la vivienda, la salud, la educación y la alimentación?
5G conexión

Agronegocio: ¿Qué necesitamos comer y qué estamos produciendo?

Nutricionistas, dietistas y hasta la OMS llevan años diciéndonos que deberíamos reducir el consumo de carne y alimentos ultrapocesados altos en grasas, azúcares y sal y privilegiar el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. Pues bien, eso es lo que deberíamos estar comiendo, sin embargo ¿Qué están produciendo el agronegocio y la industria alimentaria? Soja, aceite de palma y azúcar y alimentos ultraprocesados, es decir todo lo que NO deberíamos comer.

Pero, además del impacto sobre nuestra salud, generado por el consumo de alimentos insanos, hay que tener en cuenta el impacto medio ambiental del agronegocio:

  • La deforestación de la selva amazónica y de los bosques tropicales para dejar paso a monocultivos de soja, palma y caña de azúcar;
  • El consumo de agua insostenible para el riego de frutas cuya demanda mundial ha alcanzado niveles insostenibles;
  • La contaminación de ríos y suelos debida al uso masivo de agrotóxicos;
  • El gasto energético necesario para el transporte de alimentos kilométricos (frutas, verduras, cereales, legumbre) tanto en términos de consumo de combustibles, como de emisiones de CO2 y de generación de envases y embalajes.

Como en el caso del 5G, parece existir una brecha muy amplia entre aquello que las personas necesitan para vivir bien y aquello que la industria tecnológica y alimentaria terminan ofreciendo. Por ello, en ambos casos la pregunta sigue siendo la misma ¿por qué el 5G y el agronegocio se han vuelto imprescindibles?

  1. Necesitamos personas y profesionales que nos cuiden en los hospitales, en las residencias y en casa, pero estamos invirtiendo dinero para incrementar la velocidad de conexión entre dispositivos;
  2. Necesitamos alimentos de calidad y prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente y con la vida de las personas y estamos financiando la agricultura 4.0 que lo que hace es precisamente prescindir del vínculo entre la tierra y los seres humanos;
  3. Necesitamos estudios sobre nutrigenómica y nutrigenética para investigar como la nutrición puede prevenir enfermedades cardiovasculares – o incluso curar las que ya existen – y estamos invirtiendo dinero en manipulación genética para producir en laboratorios lo que la naturaleza lleva miles de años produciendo sola gracias a las mejoras agrícolas experimentadas por manos campesinas;
  4. Necesitamos una red de transporte público sostenible y nos quieren vender coches inteligentes autoguiados y conectados 24 horas al día;
  5. Necesitamos viviendas dignas de ese nombre y realizadas con criterios bio climáticos y nos venden lavadoras conectadas con la aspiradora.

2 comentarios en «5G y agronegocio: ¿En qué se parecen?»

  1. Brava, Nicoletta! Siempre poniendo la atención en lo importante, en lo humano.
    Gracias por compartir!
    Un abrazo y ánimos para seguir 😉

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    • Gracias a ti, Txema, por leer. Creo que el 5G nos brinda la ocasión de preguntarnos dos cosas: qué es lo necesario y qué es lo superfluo; y porqué la sanidad pública se concibe como gasto y el 5G como inversión…

      Responder

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