¿Por qué el aceite de palma está presente en muchos alimentos de uso cotidiano? ¿Por qué su empleo masivo se ha convertido en una de las principales causas de deforestación a gran escala? ¿Es posible evitar su consumo?
Hoy en día el aceite de palma representa la grasa de origen vegetal más utilizada en el mundo y también en la Unión Europea. Su empleo masivo en la industria alimentaria, cosmética y en el sector energético lo ha convertido en un producto de consumo diario. Se extrae del fruto de la palma africana o aceitera y se compone de un 50% de ácidos grasos saturados, sobre todo ácido palmítico y ácido esteárico y tiene un punto de fusión muy alto, razones por las cuales es uno de los ingredientes más utilizados por la industria alimentaria.
Sus cualidades lo han convertido en ingrediente imprescindible para la producción de galletas, margarinas, cremas, todo tipo de bollería industrial y muchos platos precocinados ¿Por qué? Básicamente por dos razones: la primera, porque aporta textura y untuosidad y actúa también como un pontente antioxidantes, es decir conservante; la segunda, porque es muy económico, puesto que su cultivo de alto rendimiento lo convierte en un producto muy barato con respecto a otros aceites.

El consumo de aceite de palma no es recomendable por diversas razones, tanto de salud como de sostenibilidad medioambiental.
¿Cual es el problema con el aceite de palma?
Efectos para la salud
Uno de los principales argumentos en contra del consumo del aceite de palma son sus efectos para la salud, debido a su alto porcentaje de grasas saturadas. De hecho, si lo comparamos con la mayoría de los aceites vegetales, el de palma contiene una mayor proporción de ácidos grasos saturados, alrededor de un 50%, entre los cuales destaca el ácido palmítico.
Por ello, la OMS recomienda evitar su consumo en el contexto de una dieta saludable, ya que eleva el colesterol y puede favorecer la arteriosclerosis y las enfermedades cardiovasculares. Consciente de ello, la industria alimentaria procurar camuflar este ingrediente indeseado con otros nombres, utilizando en la lista de ingredientes otras denominaciones, como por ejemplo: aceite de palmiste, manteca de palma, aceite o grasa de palmiste, palmoleina, estearina de palma, oleína de palma, elaeis guineensis, palmiste, kernel, lauryl o myrist, solo por citar algunos ejemplos.

Consecuencias para el medio ambiente y las personas
Sin embargo, lo más preocupante del auge del aceite de palma no son sus efectos para la salud, sino sus consecuencias socio-ambientales. Gracias a los “bajos” costes de producción, este aceite es muy demandado por la industria alimentaria y sobre todo por la industria de los biocombustibles.
La expansión del monocultivo de la palma ha sido relacionada con graves abusos socio-ambientales y entre sus múltiples impactos negativos cabe destacar:
- la deforestación: la tala masiva de árboles ha supuesto la desaparición de más de un 40 % de los bosques tropicales;
- la destrucción de biodiversidad tanto en términos de ecosistemas como de especies vegetales y animales;
- el riesgo elevado de cambio indirecto del uso de la tierra;
- desplazamientos, asalarización y falta de acceso a los alimentos para las comunidades locales.
Los problemas del aceite de palma, explicados en dos minutos
¿Como reemplazar el aceite de palma?
¿Existen aceites con los que la industria alimentaria podría sustituir el aceite de palma? Como es sabido, existen otros tipos de aceite de origen vegetal, sin embargo no podemos pasar por alto los costes de producción de cada uno de ellos: producir una tonelada de aceite de palma cuesta una media de 600 euros, frente a los 4.000 euros de la de oliva virgen extra o los 900 de la de girasol. Por lo tanto, sí por un lado es verdad que existen alternativas, por el otro es razonable pensar que la industria no tiene ningún interés en sustituir un producto muy barato y rentable por otro más caro.
Tal vez antes que preguntarnos cómo podemos sustituir el aceite de palma, deberíamos preguntarnos qué tipo de productos llevan aceite de palma (Carro de combate tiene una lista de productos y marcas con aceite de palma muy exhaustiva ). Si prestamos atención a la lista de ingredientes de los productos de uso cotidiano, nos encontraríamos el aceite de palma en galletas, cereales para el desayuno, chocolates, snacks, margarinas, cremas, helados, comidas precocinadas, es decir productos con un perfil nutricional muy bajo, los mismos que encontramos en la cumbre de la pirámide nutricional cuyo consumo deberíamos evitar o reducir drásticamente ya que son productos ultraprocesados perjudiciales para la salud.

Cambiar el aceite de palma por otro tipo de grasa vegetal no va a convertir estos productos en alimentos saludables ya que contienen altos niveles de azúcares, sal, harinas refinadas etc. Así que, desde el punto de vista de la salud, más que reemplazar el aceite de palma, deberíamos dejar de consumir alimentos insanos.
¿Por qué debería preocuparnos el aceite de palma?
Como hemos visto antes, el problema principal con el aceite de palma es su alto impacto medioambiental porque para plantar palma se talan selvas tropicales y se provocan incendios forestales. La isla de Borneo es el caso más emblematico de la terrible deforestación que el empleo masivo de aceite de palma está causando y de las consecuencias en términos de pérdida de biodiversidad animal y vegetal.
Otra de las razones por la que deberíamos preocuparnos el aceite de palma es la violación de derechos de pueblos indígenas y comunidades campesinas que han perdido sus bosques tradicionales y medios de subsistencia a causa de la expansión del monocultivo de la palma, según denuncia la ONG Human Rights Watch en su informe «Al perder el bosque, perdimos todo». Plantaciones de aceite de palma y violaciones de derechos en Indonesia.
“Why Our Land?” Oil Palm Expansion in Indonesia Risks Peatlands and Livelihoods
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