¿Adónde va a parar tu dinero cuando haces la compra? Si te interesa saber quién gana con ella y te gustaría consumir de forma más coherente con tus principios, ha llegado el momento de apuntarte a un supermercado cooperativo donde la cesta de la compra es más ética y solidaria.
En los últimos años se han multiplicado las iniciativas cooperativas en diferentes ámbitos, como el sector de las telecomunicaciones (Izarkom o Som Conexió) o de la producción y consumo de energía (Goiener o Som Energia).
Muchas personas han dejado de pagarle las facturas a empresas que cotizan en bolsa para apoyar económicamente a pequeñas cooperativas locales sin ánimo de lucro cuyo objetivo es el control democrático de bienes básicos como la energía y la comunicación.
¿Te atreves a dar un paso más? Si te preocupa la calidad de lo que comes y como ha sido producida tu comida, ha llegado el momento de salir del círculo vicioso de la gran distribución – que fomenta un tipo de agricultura y ganadería intensiva e industriale – para empezar a conseguir comida elaborada de forma sostenible desde el punto de vista social y ambiental.
¿Qué es un supermercado cooperativo?
Un supermercado cooperativo es un espacio de consumo ético y responsable donde lo que prima no es la lógica capitalista de la ganancia sino el retorno social del proyecto: un proyecto participativo donde las decisiones se toman en asamblea y todo el mundo puede opinar, proponer y apoyar para la construcción de un sistema alimentario local justo y sostenible. En definitiva, un supermercado cooperativo es una forma de resistencia frente a una gran distribución que considera los alimentos como una mercancía más, pensada para vender y no para alimentar.
Cuando vamos a hacer la compra lo que hacemos no es simplemente llenar la cesta, sino decidir qué tipo de sistema alimentario queremos apoyar económicamente. Cuando vamos al supermercado y compramos alimentos kilométricos que llegan de la otra parte del mundo, producidos con agrotóxicos y por medio de la explotación laboral, estamos premiando un sistema alimentario que no pone precio a los costes ambientales y sociales de su producción.

Cuando decidimos hacer la compra en un supermercado cooperativo – o a través de un grupo de consumo – estamos invirtiendo nuestro dinero en el fomento de la economía local, en la promoción del bienestar del mundo rural y en el manejo sostenible de los bienes naturales. De hecho, los criterios de compra que rigen en un supermercado cooperativo responden a tres requisitos fundamentales: procedencia, método de cultivo y precio justo. En otras palabras, la oferta tiene en cuenta las necesidades de las personas consumidoras sin perder de vista las condiciones de producción.
En un supermercado cooperativo la alimentación no se considera un negocio, sino un derecho y un servicio que proporciona bienestar a todas las personas involucradas en la cadena agroalimentaria.

Tu compra es una herramienta muy potente para cuidar del medio ambiente y de las personas que producen tus alimentos.
¿Por qué sumarse a un supermercado cooperativo?
¿Quién se queda con tu dinero cuando haces la compra? La respuesta a esta pregunta es muy importante, pues no es lo mismo que tu dinero incremente los dividendos de una corporación que produce a escala mundial o que termine en el bolsillo de una familia que produce a escala local y vive de la agricultura. La buena noticia es que tienes la opción de decidir quien se queda con tu dinero. ¿Cómo hacerlo? Dejando de comprar en la gran distribución para sumarte a un supermercado cooperativo o a un grupo de consumo.
Si crees que el bienestar social y la sostenibilidad ambiental deben estar en el centro de toda actividad económica, ha llegado el momento de pasar a la acción y sumarte a un supermercado cooperativo para recuperar los principios de la cooperación frente a la lógica individualista de la competencia.
La alimentación sostenible no puede ser una opción individual, tiene que ser una apuesta colectiva capaz de reivindicar una forma más justa de producir y distribuir alimentos y para ello es necesario organizarnos y movilizarnos para apoyar e impulsar un sistema alimentario en el que primen el bienestar de las personas y el respeto por el medio ambiente.
Labore Bilbo: el primer supermercado cooperativo de Bilbao
Como muchos otros supermercados cooperativos, Labore Bilbo nace del desengaño con la producción masiva y de baja calidad alentada por la gran distribución, cuyo único objetivo es maximizar beneficios a costa del medio ambiente y de la salud de las personas.
Se trata de una iniciativa sin ánimo de lucro que pretende acercar la producción al consumo y lo urbano a lo rural para que la cesta de la compra sea más sostenible para el medio ambiente y más solidaria con el entorno rural. Por ello, uno de los pilares de Labore Bilbo es la alianza entre la comunidad consumidora y la productora. La prioridad es establecer una relación directa entre producción y consumo basada en la confianza y la solidaridad. En la gran distribución solo una pequeña parte de lo que pagamos llega en manos de las personas que trabajan la tierra y producen nuestros alimentos, en cambio en un supermercado cooperativo el retorno social y el fomento de la economía local son el objetivo más importante.
Labore Bilbo es una asociación de consumo en forma de tienda, ubicada en el barrio de Santutxu de Bilbao, que trabaja para promover hábitos de consumo más críticos y sostenibles y cuyo horizonte es la soberanía alimentaria vinculada a la agroecología.

En la tienda puedes hacer la compra completa, pues además de una amplia oferta de alimentos como frutas, verduras, legumbres, conservas, lácteos, huevos, quesos, carne, arroz, pasta, vino, sidra etc. encontrarás también productos de limpieza para el hogar y productos de higiene personal y de cosmética 100% natural y bio.
Todos los productos de la tienda responden a tres criterios imprescindibles: procedencia, método de cultivo y precio justo. Cercanía, agroecología e ingresos dignos para las personas que se dedican a la agricultura o a la transformación de materias primas son los principios que inspiran la actividad comercial de Labore Bilbo.
Los alimentos proceden prioritariamente de Euskal Herria, pero también encontrarás productos de comercio justo como café, azúcar y cacao junto a otros procedentes del Estado Español. En la medida de lo posible se priorizan los productos a granel para evitar envases de plástico de un solo uso.
Labore Bilbo no es solo una tienda, es un espacio participativo que pretende cambiar el actual modelo de consumo a partir de la implicación de todas sus socias. En Labore cada persona participa según sus posibilidades: confección de pedidos, reposición de productos, limpieza o simplemente haciendo la compra. Además, existe la posibilidad de involucrarse en uno de los grupos de trabajo que llevan a cabo tareas más específicas como el grupo de comunicación, de finanzas o de tienda.

Si vives en Bilbao y quieres acercarte a la tienda, dispones de dos compras de prueba sin compromiso para conocer el espacio y los productos ofertados.
Si no vives en Bilbao, pero te identificas con el proyecto y quieres apoyarlo, puedes hacerlo a través de una aportación económica anual necesaria para seguir impulsando un sistema alimentario más justo y sostenible.
El consumo es un acto político con consecuencias sociales, económicas y medioambientales. Tomar consciencia de nuestro poder para apoyar una cadena agroalimentaria de valor pasa por replantearnos dónde estamos haciendo la compra.
El consumo es la herramienta que podemos utilizar a diario para poner en práctica nuestros valores e inclinar la balanza hacia el lado de la economía social y la sostenibilidad ambiental.
➡️ ¿Quieres cambiar el mundo comiendo? ✅ Únete al canal de telegram para saber más sobre alimentación sana, sostenible y justa